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  Exhumaciones en Lucanamarca
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Fecha de inicio:
9 de noviembre de 2002.

Notas de Prensa
Informe de COMISEDH sobre las exhumaciones

Informe sobre Lucanamarca: UnaTerca Esperanza

La Plataforma de Trabajo Conjunto
sobre Exhumaciones de Fosas Comunes:

Ministerio Público, la Defensoría del Pueblo, la Comisión de la Verdad y Reconciliación y la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos.

Las fosas clandestinas:
Ubicadas en ocho lugares del distrito de Lucanamarca, provincia de Huancasancos, departamento de Ayacucho, eran de carácter colectivo e individual. En su interior se hallaban los restos de 69 personas, asesinadas el 3 de abril de 1983 por una columna senderista que incursionó en Lucanamarca y en las comunidades de Muylacruz, Llacchua, Ataccara y Yanaccollpa, ubicadas por encima de los 4,000 metros de altura.

El equipo de peritos:
La doctora María Isabel Barreda, coordinadora de las tareas de Investigación sobre Desapariciones Forzosas, Ejecuciones Extrajudiciales y Exhumación de Fosas Clandestinas en Ayacucho; el doctor Edwin Antonio Sánchez Salazar, de la Fiscalía Provincial Mixta de Huancasancos.
Participó como perito la española Mercedes Salado, representante de la Fundación de Antropología Forense de Guatemala y como monitor internacional Luis Fondebrider, representante de la Fundación de Antropología Forense de Argentina.

Lucanamarca
Santiago de Lucanamarca es un distrito de la provincia de Huancasancos, ubicado a 10 horas de la ciudad de Huamanga. Está conformado por los anexos de San José de Huarcaya, San Antonio de Julo, Santa Rosa de Ccocha, La Merced de Tío, Asunción de Erpa y San Martín de Tiopampa y tiene una población aproximada de 2,529 habitantes, en su mayoría mujeres y niños.

Llegada a Lucanamarca
El 7 de noviembre los equipos de la Plataforma de Trabajo Conjunto sobre Exhumaciones de Fosas Comunes llegaron al distrito de Lucanamarca luego de 10 horas de viaje desde la ciudad de Huamanga.

Antecedentes:
Sendero Luminoso comenzó su accionar en Lucanamarca, desde fines de los años 70 según sus pobladores, quienes recuerdan que profesores y estudiantes de la Universidad de Huamanga llegaban a realizar trabajos de adoctrinamiento. En 1982, Sendero Luminoso ingresa “oficialmente” a la zona y realiza una asamblea con la comunidad donde nombra a sus primeros mandos locales.
Las normas impuestas por Sendero Luminoso generan descontento entre los comuneros que deciden organizarse en el Comité de Autodefensa de Lucanamarca. En marzo de 1983, comuneros del anexo de Huarcaya dan muerte a dos mandos senderistas. Luego, autoridades de los distritos de Sacsamarca, Huancasancos y Lucacanamarca deciden luchar contra los senderistas. Se presume que esta decisión habría provocado la violenta respuesta de los líderes de Sendero contra estas poblaciones.

Proceso de Exhumación
Las diligencias se iniciaron el sábado 9 de noviembre. Este trabajo lo realizaron dos grupos de trabajo que intervinieron las fosas y cementerios de la zona de manera simultánea.

El primer grupo, dirigido por el Fiscal de Huancasancos, Edwin Sánchez y la perito española Mercedes Salado
Intervino en los anexos de:

  • Yanaccollpa (se recuperó los restos de 27 personas)
  • Asunción de Erpa, (se exhumaron los restos de 4 personas)
  • San José de Julo (se hallaron los restos de 3 personas).

El segundo equipo que estuvo conducido por la Fiscal María Isabel Barreda y el monitor internacional Luis Fondebrider, Realizó labores en el anexo de:

  • Muylacruz (se recuperó un cuerpo)
  • En el cementerio del anexo de Santa Rosa de Qocha, (se exhumaron los restos de 3 personas)
  • En el cementerio del distrito de Lucanamarca (se ubicaron los restos de 20 personas)
  • En el anexo de Ataccara (donde se hallaron los restos de 3 personas)
  • En el anexo de Llacchua (donde se exhumaron los restos de 8 personas).

El valioso apoyo de los familiares
Previo al inicio de la exhumación, los representantes de la Plataforma Conjunta se reunieron con los familiares de las víctimas, (quienes recientemente formaron una Asociación de Familiares de Víctimas del 3 de abril de 1983). Se les explicó el trabajo que desarrollarían los peritos especializados y el porqué los restos de sus familiares serían llevados a Lima para ser analizados e identificados. Al término de esta reunión, los familiares solicitaron la construcción de nichos para dar sepultura a las víctimas de la matanza, de modo que la comunidad pueda recordar y tener cerca los restos de sus familiares.
La valiosa colaboración de los familiares con la identificación de las prendas de vestir de sus seres queridos, en la ubicación de los lugares donde se encontraban sus restos permitió que los equipos de peritos concluyeran sus actividades en menor tiempo de lo planeado.

Identificación de los restos
La exhumación de los restos concluyó el jueves 14 de noviembre, lográndose recuperar los restos de 62 personas. Estos restos ya se encuentran en la ciudad de Lima a la espera de que se inicie el trabajo de morgue que permitirá la identificación de las víctimas. Para ello, la Plataforma de Trabajo Conjunto de Exhumación de Fosas viene ultimando los detalles para iniciar este trabajo. Al finalizar esta labor, estos restos serán entregados a sus familiares, quienes le darán sepultura en su lugar de origen.

Entrega de restos a sus familiares
El 20 de diciembre a las 11 de la mañana en la Parroquia de los Sagrados Corazones “La Recoleta” ubicada en la Plaza Francia, en el centro de Lima se celebró una misa de cuerpo presente en homenaje a las víctimas de esta matanza. Los 64 féretros fueron colocados al interior de la Parroquia La Recoleta, entre ellos los de 20 niños que fueron asesinados junto a sus madres, padres y demás familiares. Desde tempranas horas de la mañana decenas de personas llegaron a esta parroquia para ofrecerles a sus seres queridos las oraciones y flores que no pudieron brindarles en mas de 19 años.
Participaron de esta ceremonia litúrgica los comisionados Salomón Lerner, titular de la Comisión de la Verdad y Reconciliación, Sofía Macher, Rolando Ames, Enrique Bernales, Carlos Iván Degregori, Carlos Tapia, Alberto Morote, Humberto Lay, el secretario ejecutivo de la Comisión, Javier Ciurlizza, los representantes de los familiares de la víctimas de esta matanza, Reina Quichua, Ignacio Tacas, Percy Tacas, Enrique Allaucca, y delegaciones de Lucamarquinos residentes en Lima. También integrantes del Equipo Multidisciplinario del Instituto de Medicina Legal del Ministerio Público, de Criminalística y peritos forenses de la CVR, que participaron del trabajo de exhumación e identificación de los restos. El Defensor del Pueblo, Walter Albán, representantes del Ministerio Público, de la Cruz Roja Internacional, de la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos, de diversas organizaciones de derechos humanos, de iglesias, de organizaciones sociales, entre otras, se aunaron a este acto de dignificación a las víctimas de esta matanza y a sus familiares.
Al término de la ceremonia, los 64 féretros fueron trasladados de la parroquia hacia la plaza Francia, en hombros de comisionados, voluntarios, y diversas personalidades que se confundieron entre flores, aplausos y música. Minutos más tarde, los ataúdes fueron subidos a los camiones que los trasladarían junto a sus familiares hacia Lucanamarca, lugar donde eran esperados por todo su pueblo para darle la sepultura que merecen. Para este efecto, la Comisión de la Verdad con el apoyo del PAR esta terminando la construcción de 69 nichos en el Cementerio de Lucanamarca.

La llegada de los restos en Lucanamarca
El 10 de enero, el pueblo de Lucanamarca pudo cerrar un duelo que llevó por más de 19 años. A las 9 de la mañana se inició el acto litúrgico de cuerpo presente en la Plaza de Armas del distrito de Santiago de Lucanamarca. Los 64 féretros fueron colocados en el frontis de la Iglesia y desde ahí recibieron la bendición del Padre Feliciano Rivera quien ofició esta homilía.

El entierro de los restos en Lucanamarca
Al término de la misa, más de 400 personas acompañaron a pie el cortejo fúnebre hasta el cementerio de Lucanamarca, ubicado a 2 kilómetros de la centro de la ciudad. Sobre los hombres de comisionados, familiares y publico en general, los 64 féretros fueron trasladados hasta el campo santo que recientemente fue inaugurado y en el que se construyeron 69 nichos para enterrar a las víctimas de esta matanza.
Antes del entierro, tres sobrevivientes a esta matanza, Marcelino Casavilca, Teofilo Allaccahuaman y Gualberto Tacas, se dirigieron a los presentes para dar el último adiós a sus familiares y vecinos. Ellos agradecieron al apoyo brindado a los familiares tanto por la Comisión de la Verdad, el Ministerio Público, la Defensoría del Pueblo y los organismos de derechos humanos, para que pudieran ubicar, identificar y enterrar a sus muertos, hecho que le ha permitido al pueblo de Lucanamarca iniciar el camino para curar sus heridas y mirar hacia el futuro de una manera diferente.